Las orejeras son dispositivos que cubren toda la oreja con almohadillas que están selladas contra la cabeza para bloquear el sonido, proporcionando un sellado alrededor de la oreja, creando una barrera física altamente efectiva contra el ruido, por lo que son ideales para entornos extremadamente ruidosos, como construcción, aeropuertos o situaciones donde el ruido ambiental es constante y muy intenso. Suelen ser más cómodas para uso prolongado que los tapones auditivos ya que no se insertan en el canal auditivo. Las orejeras, debido a su diseño más robusto, suelen ofrecer una mayor atenuación del ruido en comparación con los tapones auditivos.

Los tapones auditivos son pequeños dispositivos generalmente hechos de espuma, silicona u otros materiales plásticos que se insertan directamente en el canal auditivo externo con la finalidad de sellar el canal auditivo y bloquear el paso del sonido hacia el tímpano; son muy portátiles y fáciles de llevar encima, ya que ocupan poco espacio y no tienen partes móviles. Son ideales para situaciones donde se necesita protección auditiva discreta y no se desea que el dispositivo sea muy visible, como en entornos de trabajo con ruido moderado a alto, o incluso para dormir en lugares ruidosos.