Protección ocular
El uso de lentes de protección se recomienda cuando se requiere protección contra impactos leves, donde hay riesgo de impacto por partículas pequeñas, pero sin un alto riesgo de objetos grandes o veloces como en actividades de carpintería, trabajo en laboratorios, jardinería o talleres de reparación. También son útiles cunado se necesita protección contra luz o radiación como cuando se trabaja con luz intensa, rayos UV, o infrarrojos (como soldadura o corte con láser), siempre y cuando el nivel de radiación no sea extremo y se busque comodidad y movilidad gracias a que suelen ser más cómodos para usos prolongados y permiten mayor ventilación y movimiento, siendo ideales para entornos donde no se requiere una protección completamente hermética.

Protector facial
El uso del protector facial es recomendable cuando se necesita protección integral del rostro, no solo de los ojos. Esto suele aplicarse en actividades donde existe riesgo de:
Proyecciones de partículas o fragmentos grandes: Como en trabajos de corte, esmerilado, cincelado o perforación en los que los fragmentos pueden impactar tanto en los ojos como en otras áreas del rostro.
Salpicaduras de sustancias químicas peligrosas: En actividades de laboratorio, manejo de químicos industriales o limpieza con productos corrosivos, el protector facial ayuda a evitar el contacto de sustancias en los ojos, piel y boca.
Riesgo biológico: En entornos médicos, veterinarios o de investigación con riesgo de exposición a fluidos corporales o aerosoles biológicos (como sangre o saliva), un protector facial junto con mascarilla ofrece una barrera adicional.

Careta para soldador
Usar una careta para soldador es esencial en situaciones donde se realizan trabajos de soldadura que generan chispas, radiación ultravioleta e infrarroja y destellos intensos, ya que la soldadura produce luz ultravioleta e infrarroja que puede dañar seriamente los ojos, una condición conocida como fotoconjuntivitis o «quemaduras de arco». Las caretas de soldador tienen filtros especializados que protegen contra estos tipos de radiación. De igual forma los trabajos de soldadura producen chispas y proyecciones de metal fundido que pueden causar quemaduras en la piel y los ojos. Una careta cubre completamente el rostro, brindando protección completa contra estas partículas. Si el trabajo de soldadura es prolongado o involucra técnicas como soldadura por arco, MIG o TIG, donde la exposición es más intensa, la careta resulta ser la opción más segura, ya que otros equipos de protección ocular (como gafas de seguridad) no proporcionan el nivel de protección necesario.
